Una de las actividades de este bimestre relacionadas con el tema de la nutrición, es la elaboración de un platillo con la técnica de papel maché. Para esto necesitarás los siguientes materiales básicos:
papel periódico
cinta adhesiva
pegamento líquido blanco
papel de baño
plato desechable
pinceles
pinturas acrílicas
PROCEDIMIENTO: 1.- Primeramente deberás tener en mente el platillo que elaborarás. Una vez decidido, le darás forma, moldeando el papel periódico lo mejor que puedas, ayudándote de la cinta adhesiva. Este paso se realiza sobre el plato desechable. 2.- Una vez moldeado tu platillo, comienza a pegar con el pegamento líquido trocitos de papel periódico, hasta cubrirlo perfectamente, procurando darle una forma más definida. Dejar secar. 3.- Diluye un poco de pegamento blanco en agua, y con ayuda de un pincel ve pegando una capa de trozos de papel de baño. Asegúrate de cubrir perfectamente todo tu platillo, hasta que no se vea el papel periódico y trata de ir afinando los detalles de tu alimento. Dejar secar completamente. 4.- Por último, pinta y decora tu platillo a tu gusto. Las siguientes imágenes son algunas de las comidas que se han realizado durante este bimestre:
Todos los seres vivos se nutren. Pequeños o grandes, móviles o fijos, acuáticos o terrestres, con una célula o con
millones de ellas, no importa cómo sean ni dónde habiten, todos los seres vivos requieren
energía y nutrimentos para realizar sus funciones vitales.
Según el tipo básico de nutrición que presentan, los biólogos han clasificado a los organismos
en dos grandes grupos:
Los organismos autótrofos sostienen las cadenas y redes tróficas, por lo que se les
llama productores primarios.
Por su parte, los heterótrofos son todos los seres vivos que necesitan alimentarse con
las sustancias orgánicas complejas sintetizadas previamente por otros organismos.
Ninguno puede fabricar nada, por lo que necesitan tomar nutrimentos de otros, es
decir, son los consumidores.
Estos seres utilizan una variedad de estrategias para obtener las sustancias nutritivas:
comer o engullir a otros organismos, crecer sobre ellos y absorber sus nutrimentos o
parasitarlos en su interior y extraer lentamente las sustancias.
Adaptaciones de los seres vivos a la alimentación:
La interacción entre depredadores y presas, y depredadores con el ambiente o
medio físico en donde viven las presas, originó el surgimiento de las adaptaciones en la alimentación de los seres vivos.
Entre los mamíferos, varias especies de presas pueden presentar adaptaciones semejantes
a las de sus depredadores para escapar de ellos. Así, los antílopes de Asia y
África y los ciervos de América y Europa son animales esbeltos, con
piernas largas, muy rápidos, que pueden dar saltos en zigzag y hacer carreras de gran
duración para escabullirse del depredador; en este caso, los grandes felinos.
Todas estas interacciones biológicas entre los depredadores y las presas, gracias al
proceso evolutivo, han generado las adaptaciones mediante las cuales han podido
sobrevivir y reproducirse. Entre estas hay características de la forma del cuerpo, ornamentos
accesorios y ciertos patrones de coloración, la conducta individual o social
que presentan, o bien, funciones biológicas.
Las adaptaciones de los depredadores para la captura y el modo de alimentación son
adecuadas al tipo de presas que persiguen, y las adaptaciones para el escape de las
presas funcionan principalmente contra sus depredadores específicos
Debido a la interacción intensa, las adaptaciones se tornan muy especializadas, al grado
de que algunas plantas con flores ofrecen alimento exclusivamente a los individuos de
ciertas especies de insectos, que a su vez sirven a la planta de polinizadores exclusivos.
La selección natural también fomenta las relaciones de reciprocidad y beneficio mutuo
entre los organismos que cooperan. Las interacciones biológicas de cualquier tipo, con
énfasis en las nutricionales, son el combustible que dispara y sustenta el mecanismo
de la selección natural.
Incluso las interacciones biológicas evolucionan. Por ejemplo, hay otras orquídeas cuyas
flores presentan una forma, tamaño y aroma similares a los de las hembras de
algunas especies de abejorros. Los machos no pueden evitar confundir esas flores con
hembras de su especie e intentan aparearse con ellas.
La diabetes mellitus son un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por niveles de azúcar (glucosa) en sangre elevados. A la glucosa que circula por la sangre se le llama glucemia.
El aumento de glucemia es el resultado de defectos en la secreción de insulina, en su acción o en ambas. La insulina es una hormona que fabrica el páncreas y que permite que las células utilicen la glucosa de la sangre como fuente de energía. Como hemos comentado, un fallo de la producción de insulina, de la acción de la misma, o de ambas cosas, generará un aumento de los niveles de glucosa en la sangre (hiperglucemia). De no controlarse adecuadamente, a largo plazo, la presencia continua de glucosa alta en la sangre puede provocar alteraciones en la función de diversos órganos, especialmente los ojos, los riñones, los nervios, el corazón y los vasos sanguíneos.
FUNCIÓN NORMAL DEL ORGANISMO
El cuerpo de una persona SIN diabetes funciona así:
Los alimentos se forman fundamentalmente de tres componentes: grasas, proteínas e hidratos de carbono. Estos últimos son los primordiales para las personas con diabetes. Existen diferentes tipos de hidratos de carbono: los azúcares simples y los almidones. Los azúcares simples (glucosa, fructosa...) son absorbidos muy rápido ya que no necesitan degradarse en productos más pequeños, sin embargo los almidones son largas cadenas de azúcares que necesitan ser descompuestas para ser absorbidas. Diversas sustancias de la saliva, del estómago y del intestino son las encargadas de esta descomposición de los almidones. Una vez absorbidos los azúcares en el intestino pasarán a la sangre. Desde allí antes de ir al torrente sanguíneo del resto del cuerpo pasarán al hígado, dónde buena cantidad de este azúcar se quedará almacenado en forma de un compuesto llamado glucógeno. El azúcar que no se queda almacenado en el hígado pasará al resto de la sangre y desde ahí se distribuirá a todas las células del cuerpo. Estas células utilizarán la glucosa como fuente de energía para realizar sus funciones. Existe otro almacén de glucógeno y son los músculos. Sin embargo, mientras el glucógeno del hígado puede utilizarse para elevar el nivel de glucosa de la sangre, el almacenado en los músculos sólo puede ser utilizado por ellos mismos al hacer ejercicio. La glucosa entrará a las células corporales debido a la acción de la insulina La insulina es una hormona que se produce en el páncreas dentro de unas células especiales llamadas células beta. La insulina actúa como una llave que “abre la puerta” de las diferentes células del cuerpo para que la glucosa entre en ellas y así las células tengan energía para poder realizar sus funciones. Cuando una persona que no tiene diabetes come, el páncreas secreta mas insulina rápidamente para hacerse cargo de la glucosa proveniente de los alimentos. Una gran parte de los hidratos de carbono ingeridos se acumulan en el hígado en forma de glucógeno. En ayunas existe una disminución de glucosa en sangre por lo que los depósitos de glucógeno del hígado se van degradando poco a poco para así mantener los niveles de glucosa constantes y el páncreas secreta una cantidad menor de insulina. De esta manera el cuerpo necesita una pequeña cantidad de insulina durante el ayuno nocturno y entre las comidas del día para poder asimilar la glucosa que proviene del hígado.
Cuando Uno tiene DIABETES este proceso no se lleva a cabo de manera adecuada. Ya que el páncreas no produce insulina o la produce poco o las células no responden a las insulina, en lugar de entrar a las células, la glucosa excedente se acumula en la sangre y finalmente se excreta por la orina. COMO SE PRESENTA LA DIABETES La diabetes puede pasar inadvertida hasta que da algunos síntomas como estos: Poliuria u orinar muchas veces. Al estar la glucosa alta en la sangre, ésta aparece en la orina. Para poder eliminarse,necesita disolverse en cantidades muy grandes de agua, por esta razón el diabético orina muchas veces.
Polidipsia. Para compensar la pérdida de agua por la orina se tiene mucha sed, incluso a veces se necesita beber líquidos varias veces durante la noche.
Polifagia o muchas ganas de comer. Al no poder utilizar la glucosa, las células reclaman energía y tratamos de compensarlo aumentando la cantidad de alimento, aun que en algunos niños se observa lo contrario disminución del apetito.
Pérdida de peso. Aunque se coma más, la glucosa no llega a las células y el niño con diabetes pierde peso.
Fatiga o cansancio
Irritabilidad
Visión borrosa
A continuación te dejo algunos videos que explican muy bien sobre la diabetes y de una manera muy sencilla. Espero sean de tu agrado.
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) han sufrido un fuerte auge en los últimos años. Según los pediatras de atención primaria, aunque algunos factores como el perfeccionismo, el miedo a madurar, la falta de autocontrol o la falta de autoestima están íntimamente relacionados con la aparición de este trastorno en la adolescencia y la genética puede multiplicar por 20 el riesgo de heredar este tipo de trastornos.
El incremento de trastornos de conducta alimentaria (TCA) entre niños y adolescentes y la importancia de prevenirlos y abordarlos de forma precoz ha hecho que haya sido uno de los aspectos que han analizado los pediatras de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) en su 11º Curso de actualización de pediatría de AP, celebrado en Madrid.
Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) apuntan que “los cambios en el estado de ánimo como la irritabilidad, aumento de las rabietas, crisis de llanto, tozudez, pasividad o actitud tiránica son signos de dificultad psicológica del niño en edad preescolar y escolar, pudiendo aparecer antes que los cambios en la conducta alimentaria. “Cuando un niño o adolescente intenta saltarse comidas, esconde o tira alimentos y come en secreto, puede que sean señales significativas o incluso los primeros estadios de un trastorno de alimentación”, añade la doctora Montserrat Graell Berna, Psiquiatra Infantil.
La adolescencia: momento culmen
Pero es en la etapa adolescente cuando se incrementa de forma considerable la incidencia y prevalencia de los TCA, estimándose que 1 de cada 250 adolescentes puede padecer algún tipo de trastorno alimentario. “La anorexia es más frecuente entre los 15 y los 18 años y la bulimia suele darse a partir de los 16 años. En cualquier caso, hemos detectado que se está adelantando la edad en la que se empiezan a dar estos trastornos, siendo cada vez más frecuente al inicio de la adolescencia en niñas de 12 años”, subraya la doctora
Concha Sánchez Pina, pediatra de AP y coordinadora del curso. Ambos trastornos son más frecuentes en el sexo femenino. De hecho, según la doctora Sánchez Pina, “la anorexia es hasta 9 veces más frecuente en chicas y la bulimia 3 veces más que en varones”.
Sobrepeso, perfeccionismo, exceso de autocontrol, miedo a la maduración o baja autoestima son algunos de los factores que pueden influir en el desarrollo de la anorexia, pero los pediatras de AP subrayan que la genética también está relacionada con los TCA, ya que la existencia en una familia de un miembro con un TCA multiplica entre 2 y 20 veces el riesgo de padecerlo a cualquiera de sus miembros”, explica la doctora Sánchez Pina. El diagnóstico y tratamiento precoz pueden mejorar el curso clínico y el pronóstico de trastornos como la bulimia o la anorexia, por lo que es esencial conocer los síntomas que constituyen las señales y fases iniciales de estas enfermedades.
Cuidado con los clichés
Los pediatras de AP han mostrado su preocupación por determinados factores socioculturales como la apología que se hace de delgadez en el mundo de la moda o en la publicidad y los prejuicios que existen contra la obesidad en determinadas profesiones y deportes que pueden influir en los malos hábitos alimentarios.
La mayoría de adolescentes muestran preocupación por su peso e imagen corporal y hasta un 50% de adolescentes puede manifestar insatisfacción corporal. Por esta razón, los cambios en la preocupación por la comida, el peso y la figura corporal son señales de los trastornos de alimentación, pero pueden tener falsos positivos. La doctora Sánchez Pina explica que “los patrones alterados de alimentación, en especial saltarse comidas, ayunos de 12-24 horas y presencia de vómitos auto-provocados son los signos de alarma con menos falsos positivos”.
Estos síntomas solo se consideran de alarma si:
Han cambiado en intensidad y frecuencia y si se acompañan de importantes cambios en el patrón alimentario y pérdidas de peso de más de medio kilo a la semana.
La alerta debe emitirse cuando existe una pérdida de peso no justificable aunque sea inmediatamente después de una enfermedad física o cuando hay vómitos sin aparente causa orgánica.
Igualmente, “el incremento o aparición de interés por la actividad física desmesurada junto al cambio de patrón alimentario o esconderse en el baño tras las comidas, deben hacer sospechar un trastorno de alimentación en el adolescente”, matiza la doctora Sánchez Pina.